Las fiebres son comunes en los niños y, a menudo, se pueden manejar en casa, pero en ocasiones pueden indicar una condición más grave. Esta guía le ayuda a comprender la fiebre en los niños y a reconocer los signos de alarma que pueden requerir atención médica inmediata, asegurando que su hijo reciba el cuidado necesario de forma oportuna.
Una fiebre ocurre cuando la temperatura del cuerpo se eleva por encima de su rango normal. En los niños, se considera fiebre generalmente a una temperatura de 38°C (100,4°F) o más cuando se mide rectalmente. Es una respuesta común a las infecciones, ya que el cuerpo combate las bacterias o virus invasores.
Los niños con fiebre pueden no estar tan activos o habladores como de costumbre. Pueden parecer más irritables, tener menos hambre o más sed. Los síntomas pueden incluir:
Aunque las fiebres son comunes, ciertos síntomas indican la necesidad de atención médica inmediata. Contacte con el médico de su hijo de inmediato si su hijo presenta alguno de los siguientes signos:
Si su hijo tiene menos de 3 meses y presenta una temperatura rectal de 38°C (100,4°F) o más, busque atención médica inmediata. Los lactantes jóvenes son particularmente vulnerables a las infecciones y pueden requerir una evaluación rápida por parte de un pediatra.
Es crucial reconocer los signos de alarma en la salud de su hijo. Estos signos pueden indicar enfermedades graves que requieren atención médica inmediata.
Vientre duro o bulto en el abdomen: Esto puede indicar una condición grave como invaginación intestinal o una obstrucción intestinal.
Diarrea persistente y/o vómitos: Estos síntomas pueden llevar a una deshidratación severa y pueden ser un signo de una infección o problema gastrointestinal.
Heces mezcladas con sangre y mucosidad: Esto puede ser un síntoma de una infección grave o una condición inflamatoria como la invaginación intestinal.
Letargo extremo y palidez inusual: Estos signos pueden indicar deshidratación severa, anemia u otros problemas graves.
Signos de pánico o shock: Fíjese en la respiración rápida, el ritmo cardíaco acelerado o la ansiedad extrema, lo que puede señalar una condición médica grave.
Asegúrese de que su hijo se mantenga hidratado. Ofrézcale agua o infusiones regularmente, especialmente cuando esté despierto.
Use la televisión u otras distracciones para ver si la condición de su hijo mejora o si sigue mostrando signos de malestar.
Esté atento a los síntomas persistentes como vómitos y diarrea. Si persisten o empeoran, podría llevar a una deshidratación severa o indicar una condición más grave.
Esta condición implica los intestinos y requiere atención urgente. Busque dolor abdominal severo, vómitos y heces como gelatina.
El dolor abdominal agudo, especialmente en el lado derecho, es un signo clave. Es crucial una evaluación médica inmediata, ya que esta condición puede volverse mortal rápidamente.
Para mantener cómodo a su hijo mientras maneja la fiebre en casa, considere estos consejos:
Mantenga al niño hidratado con muchos líquidos.
Vístalo con ropa ligera y use una manta ligera si siente frío.
Mantenga la temperatura de la habitación fresca y use un ventilador si es necesario.
Fomente el descanso.
Los medicamentos de venta libre como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el malestar. Siga siempre las recomendaciones de dosis en la etiqueta y consulte al médico de su hijo si tiene alguna duda sobre el uso de medicamentos.
Las convulsiones febriles son convulsiones desencadenadas por la fiebre en niños pequeños. Generalmente ocurren en niños entre 6 meses y 5 años y pueden ser alarmantes, pero suelen ser inofensivas y no causan problemas de salud a largo plazo.
Acueste a su hijo de lado sobre una superficie plana para prevenir el ahogo.
No ponga nada en su boca.
Permanezca con su hijo y cronometre la convulsión.
Llame de inmediato al 112/061.
La dentición puede causar un ligero aumento de la temperatura, pero no una fiebre verdadera. Si su hijo tiene fiebre alta, busque otras causas.
Generalmente, no es necesario despertar a un niño dormido para darle medicación para la fiebre, a menos que se lo haya indicado su médico.
Lleve a su hijo a urgencias si presenta alguno de los signos de alarma mencionados anteriormente o si no puede comunicarse con su médico y está preocupado por su estado.
Si le preocupa la fiebre de su hijo o cualquier otro síntoma, no dude en contactar con su pediatra. Una evaluación y atención oportunas pueden asegurar la salud y el bienestar de su hijo.
Recuerde, si tiene alguna preocupación sobre el estado de su hijo, consulte siempre con su médico para obtener un diagnóstico y un consejo médico adecuado.
Si su hijo muestra alguno de los signos de alarma mencionados anteriormente, llame al 112 o acuda sin demora a nuestra sala de urgencias 24/7 en la Clínica Teknon. La atención médica inmediata es esencial.
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